Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://nannieqsyl308002.jts-blog.com/37312056/el-cabezazo-de-zidane-visto-desde-otra-perspectiva